jueves, 17 de noviembre de 2011

En otoño...

Cuando se va a la escuela en un día de otoño pasan muchas cosas. Es agradable sentir como se enfrían las manos, sentir como cada parte del cuerpo pierde un poco de calor. Es deliciosa la sensación de frío en la piel de lana. Hay magia en cada instante, justo antes de pararse por un abrigo y ver como cada milímetro del cuerpo te da las gracias. Es delicioso ver como cada rincón tiene un escalofrío al acostumbrarse al nuevo estado. Es gentil el calor que roza el alma y te deja en calma. En un día de otoño pasan muchas cosas. Como en el momento del recreo que los niños están expectantes por saber si se puede salir al patio y si se puede sacar material o por el contrario está todo mojado y bajo los columpios hay una gran piscina de color marrón. Sintiendo así como ríos de amargas e hirvientes aguas inundan el espacio; sintiendo como los dedos y manos se tornan ligeramente rojos y ligeramente frios. Es el tiempo de empezar un nuevo curso y de empezar a vivir nuevas experiencias.

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