Por si a
alguien le queda duda, Mª Dolores se jubila. En realidad ya se ha jubilado porque su
cumpleaños fue el domingo y ella según le notificaron ya no tenía que venir a
trabajar esta semana; pero como sabía
que no iban a mandar sustituta para estos días decidió venir toda la semana y
acabar el trimestre, cosa que le honra y que
le agradecemos mucho.
Hemos
recordado bastantes cosas; pero ¿te acuerdas también cuando hace muchos años
hicimos una lista del orden de jubilaciones? La tuya entonces quedaba muy
lejos. Hoy te acompañan los que iban en la lista por delante de tI ya jubilados
y felices.
Seguramente
no nos hacemos a la idea de que te jubilas, nos daremos cuenta a la vuelta de
Navidad cuando no entres por la puerta ligera con tus tacones.
Naciste
aquí, corriste por estas calles y disfrutaste tanto como disfrutan ahora tus
alumnos. Y por esas cosas que tiene la
vida un día cuando se formó el CRA, pasaste a formar parte de este claustro y
más tarde viniste como maestra a la escuela de Peñalba. Al principio preocupada
porque hasta entonces habías trabajado con alumnos de 6º, 7º y 8º y aquí
empezabas con alumnos de 1º y 2º. Ahora no los cambiarías por nada.
Volvías a
la escuela en la que tú aprendiste a leer. Leer: Que verbo tan corto y tan
bonito. Leer significa abrirnos a un mundo de posibilidades, de sueños, de
historias, de conocimiento, de aventuras. Leer permite descifrar y comprender y
ese verbo tan corto y tan importante es el que ha llenado tu vida. Cuantas
veces te hemos oído decir con mucho orgullo: “Ya me lee” y eso es un paso
adelante tan decisivo que marca muchas diferencias.
Además te
han acompañado los verbos, explicar, sumar, corregir, comprender, gritar, sonreir,
castigar, borrar, contar, cantar, pintar y sobre todo multiplicar. Y te has ido
incorporando a las novedades que la escuela
nos ha ido trayendo: las nuevas
tecnologías, el carnaval en las aulas, las reformas educativas, las
programaciones didácticas, las Competencias Básicas.
Cuanto
tiempo rodeada de niños, una generación detrás de otra con la que empezar de
nuevo a ilusionarse.
Para los
que no la habéis visto trabajando en la escuela, Mª Dolores no se sienta en su
mesa, tiene una mesa como las de sus alumnos y se rodea de ellos, los quiere
cerca. Sus polluelos siempre alrededor. Eso sí, de espaldas al reloj; por que
como tú dices aquí se te pasa el tiempo que no te enteras. No ha tenido prisa
por salir, ya lo sabéis. Algunas lo habéis sufrido; pero en el fondo no ha
hecho más que dedicar su tiempo a lo que ella consideraba necesario: si me
quedo un poco más con alguno cuando los demás se van podemos acabar lo que le queda.
Y ¿quién
nos va a contar ahora esos cuentos contados con tanto cariño y de forma tan
especial?
Vuelve a
contarnos uno siempre que quieras. Esta seguirá siendo siempre tu escuela.
Muchas
gracias Mª Dolores. Te queremos.